SALMOS P

Salmo 122, Llegada a Jerusalén


Júbilo de los peregrinos

-     Los peregrinos convergen hacia el templo.

-     Los peregrinos se ven y se reconocen subiendo al tenmplo.


Vamos.

-     Es palabra de ánimo de unos para otros.

-     La peregrinación anual al templo es comunitaria.


Bendiciones a Jerusalén:

Dios ha fundado a Jerusalén como centro del pueblo de la alianza.

-     Paz y seguridad a Jerusalén

-     Paz contigo

-     Te deseo todo bien


A TENER EN CUENTA


Encontrarse en la casa de Dios despierta el júbilo y la emoción de haber llegado.

El peregrino experimenta la necesidad de una casa. No es un vagabundo, pero anda errante muchos días, atravesando el desierto.

Y Dios tiene una casa que es hogar y meta de todos los caminos de la vida.

Cuando los peregrinos ven Jerusalén, quedan maravillados de la belleza de su aspecto.

Les parece un todo amónico de edificios y murallas.

El deseo de Dios nos hace ver las maravillas que rodean a los peregrinos entonces y ahora.


CÓMO REZARLO


TODOS:

¡Qué alegría cuando me dijeron:
"Vamos a la casa del Señor"!
Ya están pisando nuestros pies
tus umbrales, Jerusalén.
 
Lector/a 1:

Jerusalén está fundada
como ciudad bien compacta.

 

Lector/a 2:
Allá suben las tribus,
las tribus del Señor,
según la costumbre de Israel,
a celebrar el nombre del Señor;

 

Lector/a 3:
En ella están los tribunales de justicia,
en el palacio de David.
 
CORO A:
Desead la paz a Jerusalén:
"Vivan seguros los que te aman,
haya paz dentro de tus muros,
seguridad en tus palacios".
 

CORO B:
Por mis hermanos y compañeros,
voy a decir: "La paz contigo".
Por la casa del Señor, nuestro Dios,
te deseo todo bien.

 

TODOS:

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo,

ahora y por los siglos. Amén.



Salmo 121, Comienza la peregrinación


El primer día de la peregrinación el corazón rebosa alegría. No sólo mira adelante, sino que mira también hacia arriba.


Ahí están los montes que hemos de atravesar. Ahí están las dificultades que no sabemos si podremos superar. Recuerdo que en el camino de Santiago hay un buen tramo, un día o dos, que el camino va por asfalto junto a una carretera. Aquello fue más difícil que subir y bajar montes.


Por eso, ¿de dónde me vendrá la ayuda? Es un salmo dialogado que pregunta y responde en labios de un peregrino. La respuesta exhala confianza: La ayuda me viene del Señor (y para acallar ansiedades), que hizo el cielo y la tierra. La respuesta despierta la confianza en Dios que es nuestro auxilio.


El salmo muestra la naturaleza que ve el peregrino: los montes y sus caminos, el pie que resbala, sol y luna… para asegurar que en todo tiempo allí está el guardián de mi vida. Tu guardián no duerme, siempre está vigilando para librarte del peligro que acecha en la noche.


El Señor conoce tus entradas y salidas. El Señor conoce el principio y el final de todas tus cosas. Un inicio y una meta que están aseguradas en la experiencia de la peregrinación.


A TENER EN CUENTA.

La palabra clave es guardián (L.A. Schökel).

El camino del peregrino es un entrenamiento de la confianza en Dios.


CÓMO REZARLO

Un peregrino pregunta y el grupo le responde.

Es una fórmula para cantar y caminar.

Por ello os propongo una oración responsorial.



Lector/a:

Levanto mis ojos a los montes:
¿de dónde me vendrá el auxilio?


TODOS:

El auxilio me viene del Señor,
que hizo el cielo y la tierra.
 
Lector/a::

No permitirá que resbale tu pie,
tu guardián no duerme;
no duerme ni reposa
el guardián de Israel.
 

TODOS:

El auxilio me viene del Señor,
que hizo el cielo y la tierra.

 

Lector/a::
El Señor te guarda a su sombra,
está a tu derecha;
de día el sol no te hará daño,
ni la luna de noche.
 

TODOS:

El auxilio me viene del Señor,
que hizo el cielo y la tierra.

 

Lector/a:
El Señor te guarda de todo mal,
él guarda tu alma;
el Señor guarda tus entradas y salidas,
ahora y por siempre.


TODOS:

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo

Como era en un principio ahora y siempre

Por los siglos de los siglos. Amén.



SALMO 120, Preparando la peregrinación


Este salmo te ayudará preparar un camino en la vida ya sea, vocacional, profesional, un viaje, una nueva residencia, o bien en sentido religioso, un viaje a un santuario, a pie, solitario o en grupo.


Nos trae los ecos de la subida de los israelitas:

·       Desde Egipto a la tierra prometida;

·       Desde Babilonia en el destierro, a la ciudad santa de Jerusalén;

·       Prefigurando la subida al final de los tiempos, de todos los pueblos a la Jerusalén celestial.


Desde la realidad dolorosa de la angustia, de la calumnia, de las ofensas, de ser inmigrante, el creyente suplica a Dios al iniciar el viaje y Dios le responde.


Un verso para meditar:

Demasiado llevo viviendo con los que odian la paz.

 

Podemos rezar este salmo de esta manera:


Lector/a:

En mi aflicción llamé al Señor,
y él me respondió.
Líbrame, Señor, de los labios mentirosos,
de la lengua traidora.
 
TODOS:

¿Qué te va a dar o a mandarte Dios,
lengua traidora?
Flechas de arquero,
afiladas con ascuas de retama.

 

Lector/a:

¡Ay de mí, desterrado en Masac,
acampado en Cadar!
Demasiado llevo viviendo
con los que odian la paz;
cuando yo digo: «Paz»,
ellos dicen: «Guerra».

 

TODOS:

              Gloria al Padre, y al Hijos, y al Espíritu Santo

              Como era en el principio ahora y siempre

              Por los siglos de los siglos amén.

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